Limpieza de fosas nasales


El aseo de las fosas nasales es una actividad que generalmente no es agradable para el
niño(a), le resulta molesta porque de momento, se obstruye el paso de aire hacia la nariz,
este último punto hace que el niño(a) termine respirando por la boca. Es por ello que
protesta enérgicamente y se “defiende” para que no lo limpien.

Para tener éxito, se debe llevar a cabo con suavidad, rápido y con el material adecuado, en condiciones óptimas de higiene y utilizando un tono de voz suave. Siempre se le debe explicar al niño(a) la actividad que vamos a realizar con él.

El mantener descongestionadas las fosas nasales del niño(a), evitará que desarrollen
infecciones en vías respiratorias, además de hacerlo sentir limpio y tranquilo.

Técnica:

-Verifica que tengas el material.
-Platica con el niño(a) sobre la actividad que vas a realizar y lo bien que se va a sentir
al terminarla.
-En todo momento mírale a los ojos y háblale por su nombre, no utilices apodos,
motes o sobrenombres.
-Sienta al niño(a) en tus piernas y coloca uno de tus brazos como apoyo en la espalda
del niño(a).
-Inclina ligeramente la cabeza del pequeño hacia atrás.
-Toma con la mano libre un pedazo de papel higiénico y colócalo en la nariz del
niño(a).
-Presiona ligeramente con los dedos índice y pulgar la parte superior de la nariz y con
la misma intensidad desliza tu mano en dirección a los orificios nasales y limpia la
mucosidad.
-Deposita el papel higiénico utilizado en el cesto de basura.

Material: papel higiénico

consideraciones:
-Sostén al niño(a) con una mano mientras lo limpias con la otra.
-La mucosidad debe salir por la presión del aire y no con ayuda de los dedos.
-Para evitar el contagio de un niño(a) a otro, utiliza alcohol gel entre cada limpieza de fosas nasales.



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